Por: Jerónimo Rivera (Amigos del Cine)
Durante muchos años, el uso del zoom se satanizó en el medio audiovisual, por considerarse algo artificial o facilista, al ser, probablemente, el botón más usado por cualquier videasta aficionado. El zoom es un movimiento que consiste en acercar o alejar un objeto sin desplazar la cámara. Se realiza mediante el uso de un objetivo de focal variable y permite al director de fotografía controlar la distancia focal de la cámara, lo que a su vez afecta la perspectiva y el encuadre de la imagen.
El zoom es una herramienta muy versátil que puede utilizarse para una variedad de propósitos en el cine:
* Crear tensión o suspenso, enfatizando algún detalle que podría pasar desapercibido o evidenciar un secreto.
* Crear sensación de asombro al relacionar el todo con las partes, o viceversa..
* Conectar con el personaje haciendo énfasis en sus emociones (quizás el uso más polémico).
De todas formas, es claro que debe utilizarse con cuidado y con un propósito específico, ya que puede resultar muy obvio y artificial si se utiliza de forma abusiva o puede llegar a cansar si se usa excesivamente.
En la narrativa audiovisual contemporánea sirve también para «ensuciar» la imagen y dar la sensación de realidad (amateurismo) o para reencuadrar y dar vértigo o movimiento a las escenas.
Aquí te contamos más sobre este interesante recurso: